Cuando queremos regalar algo especial, o expresar nuestro aprecio hacia otra persona, nada se compara con una hermosa cajita de bombones de fresas cubiertas de chocolate. Si bien es cierto que tradicionalmente las flores se obsequiaban como un símbolo de amor, las fresas con chocolates son sinónimo de buen gusto y pasión.
Desde hace un tiempo, la combinación de fresas con chocolate se ha convertido en todo un éxito a la hora hacer un regalo, debido entre otras cosas a su exquisito sabor, a una textura sin igual y a la posibilidad de combinarlas con otros ingredientes fabulosos.
Según cuenta la historia, la primera vez que alguien vendió fresas cubiertas de chocolate fue en la década de los 60 en una tienda de repostería gourmet de la ciudad de Chicago llamada “Stop N ‘Shop”. En este local trabajaba Lorraine Lorusso, una dama muy curiosa que un día decidió sumergir una fresa en chocolate derretido y luego la dejó endurecer.
El resultado de esto, fue una espectacular combinación que hasta el sol de hoy se utiliza como símbolo de amor, gratitud, aprecio y amistad. Si bien es cierto que al inicio la fresa solo se sumergía en chocolate oscuro tradicional, en la actualidad, se utiliza una amplia gama de ingredientes que resaltan la combinación de sabores y con los cuales se pueden hacer hermosas decoraciones.
Entre estos ingredientes podemos resaltar el chocolate blanco, el maní, el coco rallado, las nueces, las almendras, el chocolate con leche, el chocolate amargo, los pistachos, la mazapán, e incluso podemos utilizar el oro comestible para llevar esta clase de arreglos a otro nivel.
¿Por qué regalar fresas y chocolate?
Históricamente se ha asociado al chocolate con la pasión y a la libido sexual, quizás esto se deba a la presencia de una sustancia llamada teobromina, un alcaloide de sabor intenso que produce una sensación de bienestar, alegría y felicidad, de hecho en la antigua civilización azteca, se consideraba al chocolate como un alimento de los dioses que otorgaba fertilidad y sapiencia a quien lo consumiera.
Más allá de sus cualidades bioquímicas, las fresas cubiertas de chocolate representan la unión de lo dulce con lo ácido en un equilibrio perfecto que despierta el paladar, además la posibilidades infinitas para hacer arreglos espectaculares, hacen de esta combinación una opción ideal para regalar en todo momento.
No importa si es invierno o verano, si es el día de San Valentín o un cumpleaños, o simplemente es un día como cualquier otro, cuando regalamos una cajita de bombones con fresas cubiertas de chocolate, hacemos que ese momento sea realmente especial.
Al sentir su olor, y degustar su exquisito sabor, nuestros sentidos despiertan a un mundo lleno de magia que nos recuerda la importancia del amor y el buen gusto expresado en una hermosa cajita de bombones.
Por todo esto, cuando desees regalar algo especial, obsequia una cajita de bombones de fresas cubiertas de chocolate, que de seguro será un éxito total.